Cómo tomar las semillas de lino para que mejore la digestión

Seguro que has oído hablar de las propiedades de las semillas de lino y de sus beneficios para la salud, especialmente para la digestión. Pero si acabas de incorporarlas a tu dieta debes tener en cuenta una serie de recomendaciones acerca de su consumo, ya que una forma incorrecta de tomarlas puede hacer que tengan un efecto nulo, o incluso negativo, sobre tu salud digestiva.

“Es frecuente encontrarnos con personas que se quejan de que las semillas de lino no les sientan bien, o de que no les hacen ningún efecto”, explica la dietista nutricionista Belén Rodríguez. “Y les preguntas cómo las preparan y cómo las toman y te das cuenta de que lo están haciendo de forma incorrecta”.

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Los errores más comunes al tomar semillas de lino

Para obtener los máximos beneficios de las semillas de lino “es fundamental molerlas, almacenarlas adecuadamente, beber suficiente agua, consumirlas con moderación y estar al tanto de posibles interacciones con medicamentos”, señala la experta, que detalla los errores más frecuentes:

• No molerlas: Es un error consumir las semillas de lino enteras, ya que son tan pequeñas que pueden pasar a través del sistema digestivo sin ser digeridas adecuadamente, lo que implica que muchos de sus nutrientes no pueden ser absorbidos. La solución es sencilla: debes molerlas justo antes de consumirlas para liberar los nutrientes y mejorar su digestibilidad.
• No almacenarlas correctamente: Otra equivocación es guardar las semillas de lino molidas a temperatura ambiente. Hay que tener en cuenta, explica Belén Rodríguez, que “estas semillas son propensas a oxidarse rápidamente debido a su alto contenido de grasas omega-3, lo que puede hacer que pierdan nutrientes y que se pongan rancias. Hay que almacenarlas en un recipiente hermético en el refrigerador o el congelador para mantener su frescura y valor nutritivo”.
• No consumir suficiente agua: Tampoco lo haces bien si no aumentas la ingesta de agua al tomar las semillas de lino. La razón es que “son ricas en fibra soluble, que absorbe agua y se expande en el sistema digestivo. Sin suficiente agua, esto puede causar estreñimiento y malestar digestivo”. Es decir, las tomas para mejorar tu digestión y te encuentras con el efecto contrario. Para evitarlo, debes asegurarte de beber suficiente agua durante el día, porque así ayudas a la digestión y previenes problemas gastrointestinales.
• Tomar demasiadas semillas de lino de una sola vez: Un consumo excesivo puede llevar a problemas digestivos debido a su alto contenido de fibra, y puede también causar una ingesta elevada de fitoestrógenos. La recomendación de la experta es “empezar con pequeñas cantidades (una cucharada al día) y aumentar gradualmente según la tolerancia individual. Una ingesta de hasta dos cucharadas al día es generalmente considerada segura para la mayoría de las personas”.
• No tener en cuenta posibles interacciones con medicamentos: Aunque pueda sorprenderte, estas pequeñas semillas pueden interactuar con ciertos fármacos, afectar a la absorción de medicamentos y causar efectos anticoagulantes. Por eso se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de agregar una cantidad significativa de semillas de lino a la dieta, especialmente si estás siguiendo algún tratamiento médico.

No son milagrosas: qué se puede esperar realmente

Belén Rodríguez recuerda que no se trata de un superalimento capaz de lograr cambios en la salud digestiva de la noche a la mañana: “No esperes beneficios de salud inmediatos tras comenzar a consumir semillas de lino. Sus posibles efectos, como la mejora de la salud digestiva, cardiovascular y hormonal, pueden tardar en manifestarse y dependen de un consumo regular y a largo plazo. Se trata de ser paciente y mantener una ingesta regular y moderada de semillas de lino como parte de una dieta equilibrada”.

Si sigues estas recomendaciones podrás beneficiarte de las propiedades de estas semillas:

• Ricas en Omega-3: Las semillas de lino son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.
• Altas en fibra: Ayudan a mejorar la digestión y pueden contribuir a la pérdida de peso y al control del azúcar en sangre.
• Antioxidantes: Contienen lignanos, que son fitoestrógenos que pueden reducir el riesgo de cáncer y mejorar la salud hormonal.
• Proteína vegetal: Son una buena fuente de proteínas vegetales, especialmente para quienes siguen una dieta vegana o vegetariana.