
No existe un único dato, pero los expertos aseguran que entre el 50 y el 80% de las mujeres que rondan la menopausia nota una disminución del deseo sexual. FOTO: Fotograma And just like that... (HBO Max)
SALUD HORMONAL
Cómo elevar la libido en menopausia: los trucos de experto para aumentar el deseo sexual
Si bien muchas mujeres acusan falta de deseo en esta etapa, es importante no patologizarlo ni conformarse con ello. El abordaje pasa por un enfoque multidisciplinar y por entenderlo como una nueva etapa.
17 DE JUNIO DE 2025 / 14:02
Jane Fonda tenía 79 años cuando confesó en el programa de televisión de Ellen DeGeneres —sacando un vibrador de su bolso—que «el sexo mejora con la edad». Más allá de lo anecdótico (y de estar de acuerdo o no con ella), la frase de la actriz deja claro lo que muchos expertos insisten: el deseo no se destruye, simplemente se transforma. Uno de esos puntos de inflexión guarda una estrecha relación con la llegada a la perimenopausia. De hecho, un reciente estudio de Intimina señalaba que el 92% de las mujeres notan que a partir de los 45 o 50 años, su vida sexual es diferente. Es evidente que algo le pasa a la libido en menopausia.
Sin embargo, la manifestación más común de ese cambio no es tan positiva como la de Jane Fonda. En general se traduce en que se reducen las ganas de tener relaciones. Algo que, según los datos que manejan los expertos, confiesa hasta el 80% de las mujeres en esta etapa. «El deseo es esa fuerza que te motiva a interesarte por el sexo, pero para que exista esa motivación, todo, o casi todo, tiene que estar bien», expone la doctora Miriam Al Adib Mendiri, ginecóloga, sexóloga y CEO de Clínicas MiriamGine. ¿El problema? Que durante la perimenopausia y la menopausia confluyen todo tipo de alteraciones, novedades y factores que termina por afectar a lo que sucede en la cama.
El carácter multifactorial del deseo
Precisamente el carácter multifactorial del deseo es lo que, según la doctora Al Adib provoca que éste pueda verse afectado coincidiendo con los cambios hormonales. «Si duermes mal y te sientes cansada; si sientes dolor; si notas sequedad vaginal… ¡Por supuesto que influye!». Pero no todo tiene que ver con los estrógenos. Se trata, como insiste la ginecóloga, de una coincidencia o confluencia de razones. La edad de la perimenopausia suele coincidir con momentos vitales estresantes (en el trabajo o en el entorno familiar por cuidado de hijos pequeños o padres mayores...); crisis de pareja; cambios en el cuerpo que pueden provocar inseguridades… Un cóctel que, de primeras, no es precisamente atractivo.


«No podemos obviar que la menopausia también es un momento de plenitud y madurez para la mujer: de saber qué quieres y qué no quieres. A lo mejor te falta el deseo porque tu cuerpo te está diciendo que tienes que hacer algo con tu relación de pareja. O bien dejarla o bien trabajarla para acabar con la monotonía, la rutina o la falta de comunicación», apunta la experta, autora de, entre otros, Hablemos de menopausia (Oberon) y Cuando las hormonas se desmadran (ed. Paidós).
La pastilla para el deseo no existe
El siguiente problema para abordar la nueva realidad de la libido en menopausia es que no existe una única solución milagrosa. «No se puede poner todo en el mismo saco y dar una pastillita para recuperar el deseo. Eso no existe», zanja Al Adib. La doctora, en cambio, apuesta por equilibrar todos los factores, tanto internos como externos, para dar espacio a las ganas de sexo. Es entonces cuando entra en juego el abordaje holístico o pluridisciplinar. «A lo mejor basta con usar hidratantes y lubricantes. O tal vez se necesita una crema con estrógenos o quizá es cuestión de un tratamiento de fisioterapia de suelo pélvico porque hay un aumento de tono involuntario en la zona… Incluso puede ser que la clave pase por una terapia hormonal que se encargue de los síntomas físicos puramente climatéricos».
También puede ser de ayuda la suplementación. Ingredientes como la maca, el gingseng, el gingko biloba o el tribulus terrestris contribuyen a mejorar la capacidad sexual. En cualquier caso, la ginecóloga invita a la mujer a que se haga varias preguntas. ¿Es porque me duele? ¿Es porque mi cuerpo no responde bien? ¿Es porque estoy cansada? «En esos casos, de origen más físico, se puede tratar con lo anterior, así como con cambios en la alimentación y haciendo ejercicio; pero si hay motivos de estrés, carga laboral, problemas con la pareja, el camino es más hacia la terapia psicológica», aconseja.
No conformarse ni presionarse
Otro aspecto a tener en cuenta es el coitocentrismo. Cada vez más expertos en sexología defienden la importancia de reinventar la sexualidad en épocas críticas, como la menopausia. Es un momento óptimo para ir más allá de las relaciones basadas en la penetración, donde la falta de lubricación puede suponer un impedimento. También puede ser una oportunidad para incluir juguetes, fantasías, experimentar… De hecho, la doctora Al Adib reconoce que se encuentra con muchas mujeres que viven un auténtico despertar sexual en esta edad. Algunas lo viven con pareja estable y muchas otras tras afrontar una ruptura o divorcio.
Sin embargo, la ginecóloga insiste en que no hay que obsesionarse con el tema del deseo. «Lo primero es no conformarse, especialmente si se pasa mal o se tiene dolor. Pero tampoco hay que patologizar: hay personas que experimentan menos deseo sexual en ciertas etapas de su vida y siguen viviendo plenamente y felices», afirma.

La libido en menopausia en pantalla: un arma de doble filo
La anécdota con la que comenzaba este artículo es precisamente eso, una anécdota. No tanto por lo singular de las palabras de Fonda sino por lo extraño de escuchar este tipo de declaraciones de la boca de una mujer. Al menos hasta hace poco lo era. El cine y la televisión están dando cabida a historias que implican a personajes femeninos con más de 40 y una vida sexual en plena forma. O, al menos, existente. Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), con sus 55 años en And just like that… es quizá el arquetipo. Pero también hemos visto a Anne Hathaway (La idea de ti); Nicole Kidman (Babygirl y Un asunto de familia); Laure Calamy (Iris); Julie Delpy (Al borde), etc.
Si bien esa presencia de la madurez femenina en pantalla es una buena noticia, Miriam Al Adib reflexiona sobre la cara B. «En cierto modo es un modelo hipersexualizado que nos hace ver que la menopausia ideal es la de Carrie Bradshaw. Si tu vida es así, genial, es estupendo. Pero si ni te acercas, no pasa nada. Lo importante es huir de estereotipos e individualizar cada caso al máximo».
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