¿Quieres vivir 100 años? Olvida las dietas, te hacen falta nuevos amigos

Lo hemos oído mil veces: cuidar la alimentación, hacer ejercicio físico con regularidad y evitar el estrés son los pilares fundamentales para lograr un envejecimiento saludable e, incluso, llegar a los cien años con calidad de vida. Pero hay un componente que tal vez no hemos tenido en cuenta: el de la vida social. Cuidar tus relaciones y hacer nuevos amigos puede ser también una buena ayuda para vivir más años.

Así lo confirma el escritor y explorador Dan Buettner, quien se propuso identificar si había factores comunes en las personas más longevas. Y, para ello, se fue a las fuentes: comenzó a estudiar aquellas regiones del mundo donde se ha observado una alta proporción de personas que llegan a ser centenarias con una buena calidad de vida. Ha identificado cinco de estos lugares, denominados «zonas azules». Estas son: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Loma Linda (California, Estados Unidos), Nicoya (Costa Rica) e Icaria (Grecia).

Durante años, Buettner viajó por las distintas zonas para ver qué prácticas compartían los habitantes de estas zonas, y que pudieran justificar su elevada longevidad. Y, con el tiempo, se dio cuenta de que nosotros, los occidentales que luchamos toda la vida contra el envejecimiento, hacemos justo lo contrario de lo que hacen quienes viven las zonas azules.

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“Ellos nunca se propusieron vivir mucho tiempo. No hacen programas dietéticos ni crossfit; no son miembros de gimnasios, no toman suplementos ni siguen en Instagram a influencers que les marquen el camino. Pero nos sobreviven”, señala el experto.

Hábitos de las personas más longevas del mundo

En este aprendizaje vital, descubrió que personas de lugares tan remotos entre sí compartían una serie de hábitos:

• Alimentación: su dieta es rica en verduras, legumbres, frutas, nueces y granos enteros.
• Actividad física: no son sedentarios ni se apoltronan en el sofá. Se mantienen en forma a lo largo de toda la vida porque tienen trabajos que les obligan a estar activos, caminar, agacharse, coger peso… La actividad física está integrada en el tejido de la vida cotidiana.
• Viven sin estrés: en general, en estas sociedades el ritmo de vida es más relajado y se relativizan factores como la prisa, la urgencia o la presión.
• Conexión con la naturaleza: viven en entornos rurales, rodeados de espacios que les permiten realizar actividades al aire libre y vivir sin contaminación.

Evitar los amigos tóxicos

Pero hay un quinto factor que Buettner considera también esencial: la socialización y la cura de nuestro círculo de amigos. Se trata de que intentemos rodearnos de amigos que también sean activos, lleven una alimentación saludable y sean felices viviendo sin estrés: “Esa forma es mucho más barata, segura y placentera de lograr la longevidad, en lugar de toda esa porquería, como nuevas dietas o programas de entrenamiento, que nos publicitan y que terminan desinflándose un par de años después”.

• En las zonas azules, ha observado Buettner, las conexiones sociales desempeñan un papel crucial en la longevidad y en la calidad de vida de sus habitantes.
• Proporcionan apoyo emocional fundamental.
• La conversación, el apoyo mutuo y el sentimiento de pertenencia a una comunidad pueden tener efectos positivos en la salud física y mental, al tiempo que disminuyen los niveles de estrés.
• Las interacciones con miembros de la comunidad promueven la actividad física, el compromiso y la diversión.
• Las relaciones sociales brindan a menudo un propósito y un sentido de vida que puede tener un impacto positivo en la salud y en la esperanza de vida.
• Las personas con una red sólida de relaciones sociales a menudo son más resistentes a las adversidades.

Cambia de amistades si es necesario

Para lograrlo, Buettner no duda en recomendar hacer una limpia en nuestro círculo de amigos, de forma que eliminemos a los amigos tóxicos, mantengamos a aquellas que ejercen una buena influencia sobre nosotros y nos animemos a buscar nuevas amistades. “Si la gente invirtiera en esto el mismo tiempo que dedican a dietas de moda o sesiones de entrenamiento, se sorprendería”, señala.

Y va aún más lejos al sugerirnos un casting para asegurarnos de elegir bien a nuestro círculo de amigos: deben ser activos, preferiblemente vegetarianos, llevar una vida feliz y tener un fuerte sentido de la empatía. “De igual manera que tienes muchas papeletas de estar gordo si tus mejores amigos son obesos, también a la inversa. El hecho de que tus amigos sean activos, coman principalmente alimentos de origen vegetal y estén contentos con sus vidas va a tener un importante impacto en tu comportamiento”, explica.