
Según los expertos, en determinadas situaciones, la gran mayoría de los individuos serían capaces de matar. FOTO: Pexels.
Mente
«Todos podemos ser asesinos»: la psicóloga Silvia Dal Ben analiza por qué mata una persona normal
Es muy fácil pensar que todo aquel que comete un crimen es porque sufre una enfermedad mental, pero lo cierto es que esto no siempre es así.
Por Sara Flamenco
28 DE FEBRERO DE 2025 / 11:30
Tras los crímenes no siempre está una persona que padece una enfermedad mental. De hecho, esta creencia contribuye a la estigmatización de quienes padecen trastornos psiquiátricos y dificulta la comprensión real de la complejidad del homicidio.
Según explica Silvia Dal Ben, psicóloga y Clinical Manager de Unobravo en España, «este pensamiento sirve de escudo para alejarnos de una realidad, que ante determinadas situaciones, la gran mayoría de los individuos serían capaces de cometer un asesinato«.
Este hecho lo corrobora la psicóloga criminalista Julia Shaw, autora del libro Hacer el mal. La ciencia detrás de nuestro lado oscuro: «Todos somos capaces de cometer atrocidades si las circunstancias nos empujan en esa dirección. Puede que para algunos sea más común o más fácil. Pero todas las personas, incluidos tú y yo, debemos estar alerta ante la posibilidad de cometer los mayores horrores», asegura. Aunque la cultura popular tiende a asociar el asesinato con la locura, la realidad es que la mayoría de los homicidios no son cometidos por personas con trastornos mentales graves.
Y no sólo hablan de ciertos contextos en los que te ves obligado a ello, como puede ser un escenario de guerra, sino otros escenarios más mundanos en los que un momento de emoción intensa, puede llevarte a cometer un asesinato. Silvia Dal Ben va aún más allá, asegurando que ni siquiera puede hablarse de una patología psiquiátrica per se aunque nos encontremos ante un asesinato realizado con premeditación. «Hay asesinatos fríamente calculados en los que el agresor planifica cada detalle, pero la capacidad de planificación no implica que exista un trastorno mental», afirma.


Por qué mata una persona ‘normal’
Para que alguien sin antecedentes violentos llegue al punto de cometer un homicidio, suele ser necesaria una combinación de factores predisponentes y detonantes específicos. Una crisis personal provocada por la pérdida del empleo, una infidelidad o la muerte de un ser querido pueden ser el factor desencadenante que lleve a un individuo a cometer un acto homicida. «Un sentimiento de humillación o injusticia puede llevar a una persona a reaccionar de forma violenta, al percibir que ha sido traicionada o atacada de manera intolerable», cuenta Silvia Dal Ben. Entre los factores predisponentes, pordemos encontrar:
- La historia personal del individuo: se trata de uno de los factores más importantes, ya que desarrollarte en un ambiente marcado por el abuso, la violencia o el abandono puede generar dificultades para gestionar las emociones y aumentar la probabilidad de responder con agresividad en situaciones de conflicto.
- La capacidad de controlar los impulsos: «hay individuos que, debido a su biología o a la falta de educación emocional, tienen dificultades para regular su ira o su frustración, lo que los hace más propensos a reaccionar de forma violenta», cuenta la experta.
- La exposición continua a la violencia: aquellas personas que crecen en entornos donde la agresión está normalizada, pueden desarrollar una menor inhibición hacia los actos violentos.
- Predisposición cerebral: «aunque no existe un gen del asesino, algunas estructuras cerebrales vinculadas a la empatía y el control de impulsos pueden ser menos activas en ciertas personas, haciéndolas más vulnerables a la violencia extrema», indica Dal Ben.
- Consumo de drogas o alcohol: el consumo de drogas o alcohol también es un factor determinante en muchos casos, ya que estas sustancias pueden desinhibir la agresión y aumentar la impulsividad, disminuyendo la capacidad de controlar las acciones.
- Manipulación: «en situaciones de presión social o manipulación (como en asesinatos en grupo o dentro de sectas) un individuo que en otras circunstancias jamás cometería un crimen puede verse arrastrado a la violencia por la influencia de su entorno», concluye la experta.
En resumen, no hay una única causa que explique por qué una persona llega a matar. Se trata de una interacción compleja entre factores biológicos, psicológicos, sociales y situacionales que, en determinadas circunstancias, pueden llevar a alguien a cruzar un límite que jamás pensó que cruzaría.
¿Y qué hay de la culpa?
Una cosa es cometer un asesinato en un momento de enajenación mental transitoria y otra muy diferente no sentirte culpable por ello. «La capacidad de sentir culpa tras cometer un asesinato varía dependiendo de múltiples factores, como la personalidad del individuo, su educación y las circunstancias del crimen«, indica Silvia Dal Ben. Existen ciertos mecanismos de defensa psicológica que pueden llevar a una persona a evitar la culpa, como la racionalización del crimen, en la que justifican su acto como una necesidad, por ejemplo, en el contexto de una guerra o si ha sido en defensa propia.
Sin embargo, hay quienes, tras cometer un homicidio, quedan devastados psicológicamente. «Muchas de estas personas desarrollan estrés postraumático, sufriendo pesadillas, ansiedad extrema o incluso cuadros depresivos severos», explica la experta. En definitiva, el impacto emocional de haber cometido un crimen varía dependiendo de las características individuales de la persona y las circunstancias en las que ocurrió el crimen.
- TEMAS
- EMOCIONES
WeLife hoy
YogurPhubbingCaída cabelloEjercicio resfriadoProfecía autocumplidaSiguenos :)