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Una mujer joven disfruta del contacto con la naturaleza

Los expertos recomiendan dedicar dos horas a la semana a conectar con el entorno natural para así percibir su impacto positivo. FOTO: Getty Images.

PLANETA

De prevenir la miopía a rebajar la ansiedad: así beneficia el contacto con la naturaleza a tu salud

La ciencia confirma el impacto positivo de los entornos verdes sobre la salud física y mental. Integrar esta práctica en el día a día es casi obligatorio. Existe una app que nos ayuda a lograrlo.

Por Cristina Martín Frutos

14 DE ENERO DE 2025 / 14:02

Un sencillo paseo por el campo o por la playa puede ser curativo. Todo el mundo lo ha experimentado. Después de una semana de estrés, no hay nada más agradable que una pequeña excursión a la montaña. O que sentarse un rato frente al mar. Lo cierto es que, tras esa sensación tan común -y que puede parecer tan subjetiva-, existen numerosas evidencias científicas. Está más que demostrado que el contacto con la naturaleza tiene múltiples beneficios para la salud.

Son muchos los estudios que así lo sostienen, pero, a modo de resumen, baste con recordar uno realizado en la Universidad de Harvard. Miembros de su escuela de Salud Pública estudiaron durante ocho años a cerca de cien mil mujeres estadounidenses. ¿La conclusión? La tasa de mortalidad entre las que vivían en zonas verdes era un 12% menor en comparación con las que habitaban en la ciudad.

Por eso hay compañías implicadas con la salud de sus clientes que han priorizado el fomento del contacto de la naturaleza. Es el caso de DKV, que cuenta con una app denominada  Quiero Cuidarme Más. Esta herramienta es pionera en muchos sentidos, pero llama especialmente la atención que no sólo mida indicadores como el peso o la actividad física, sino también la ‘dosis de naturaleza’ que conseguimos acumular en nuestro día a día. Como señala Marta Pahissa, responsable de Transformación Ambiental en DKV, «la exposición de nuestro organismo a espacios verdes puede atenuar el estrés, la ansiedad y el insomnio; mejorar el desarrollo cognitivo, incidir en un menor sobrepeso e incluso reducir la tasa de enfermedades cardiovasculares. Los espacios verdes también se han asociado con beneficios en el sistema inmunológico, en el metabolismo o en un mejor resultado del embarazo».

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Una microbiota más sana

Uno de los hallazgos más recientes y prometedores en este campo es el que demuestra la relación más que positiva entre naturaleza y microbiota. Por ejemplo, tras estudiar a un centenar de niños en diversas escuelas infantiles de Finlandia, se vio que jugar con la vegetación, cultivar plantas o cuidar de un huerto aumentaban su diversidad microbiana y, por tanto, mejoraba las defensas en sólo 30 días. «Exponerse a entornos naturales, especialmente hacerlo de forma directa, al tocar el suelo, caminar descalzo o respirar el aire de un bosque, puede diversificar este conjunto de microorganismos presentes en nuestro cuerpo y, por tanto, fortalecer el sistema inmunológico«, explica la doctora Mariel Silva, directora de Servicios Médicos de SHA Spain.

Este aspecto es algo que ya se intuía al investigar en Japón sobre los famosos «shinrin-yoku» o baños de bosque. Esta práctica, cuyo origen se remonta a los años ochenta cuando el ministerio japonés de Agricultura, Silvicultura y Pesca la recomendó a su población, empezó siendo un antídoto para el estrés laboral. Con el tiempo, al comprobar sus efectos antiinflamatorios y sobre el sistema inmune, se ha convertido prácticamente en una prescripción médica.

Rodearse de elementos naturales tiene muchos otros puntos positivos sobre la salud. Algunos tan concretos como su efecto protector sobre la vista. De hecho, los expertos en oftalmología y salud ocular recomiendan pasar tres horas al día al aire libre como método preventivo de la miopía. Además, resulta idóneo para compensar el exceso de fatiga que sufren los ojos al pasar tantas horas usando la visión de cerca en las pantallas de ordenadores, tablets y smartphones.

El impacto verde sobre la salud mental

Entre los beneficios del contacto con la naturaleza para la salud merecen especial atención los relacionados con la parte mental y de las emociones. Tanto, que la doctora Silva recuerda que «se ha consolidado como un recurso terapéutico eficaz para el manejo del estrés crónico y la depresión». Es más, uno de los descubrimientos más sorprendentes en este ámbito es el que se refiere a las propiedades antidepresivas de la tierra. «Tanto la tierra como el abono contienen una bacteria -mycobaterium vaccae- cuyo olor activa la liberación de serotonina, relacionada con el estado de ánimo positivo», subraya la bióloga Odile Rodríguez de la Fuente.

La activista medioambiental señala que sucede algo parecido con el olor a tierra mojada (preticor) cuando llueve, pues es «capaz de generar unas moléculas que activan en nuestro cuerpo la secreción de este neurotransmisor». De igual manera, caminar descalzos sobre hierba o arena «nos ayuda a neutralizar radicales libres, y en consecuencia a mejorar el ánimo, gracias a la absorción de electrones», añade Rodríguez de la Fuente.

Cómo medir y aumentar el contacto con la naturaleza

A pesar de todos sus beneficios, no siempre es fácil encontrar un ratito para rodearse de naturaleza. Pero la doctora Silva insiste en que no es necesario viajar a lugares remotos. Ni centrarse únicamente en la montaña o la playa. «Por contacto con la naturaleza entendemos cualquier interacción, como pasear por un parque o jardín, practicar ejercicio al aire libre o incluso cuidar plantas en casa o rodearse de ellas en el trabajo». Por su parte, Rodríguez de la Fuente añade algunas acciones sencillas que también ayudan, como respirar conscientemente, meditar, escuchar podcasts de sonidos de la naturaleza…

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Lo ideal, coinciden ambas expertas, es integrar esas pequeñas dosis de desconexión en nuestro día a día y ser conscientes de su incorporación. En concreto, Mariel Silva recomienda 120 minutos semanales repartidos a lo largo de varios días. Para asegurarnos de que cumplimos con ese objetivo, desde WeLife recomendamos descargar la app citada anteriormente, Quiero Cuidarme Más, de DKV. Su apartado de dosis de naturaleza funciona de manera similar a un contador de pasos que va sumando minutos en verde. Por un lado, a través de GPS, identifica la cobertura de espacios naturales que hay a nuestro alrededor durante el día. Por otro, si se prescinde de geolocalización, se puede completar un cuestionario diario.

«Se trata de que, del mismo modo que vamos incluyendo hábitos saludables en nuestras rutinas (deporte, alimentación…), vayamos integrando espacios para cuidar y despertar nuestra naturaleza«, aconseja Odile. En su opinión, cuanto más disfrutamos de esa naturaleza, más la necesitamos. «Poco a poco iremos buscando, como el agua que busca el océano, lo que nos acoge y hace que nos sintamos más plenos», concluye.

Por su parte, la responsable de Transformación Ambiental de DKV recuerda: «Se calcula que, si las ciudades europeas cumplieran las recomendaciones de la OMS sobre acceso a espacios verdes se podrían prevenir hasta 43.000 muertes al año. Así que, junto a las recomendaciones de las cinco porciones de frutas y hortalizas al día y los 150 minutos de actividad física, ¿por qué no aprovechamos nuestro tiempo libre para añadir dos horas a la semana en la naturaleza?».

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