Se produce cuando se reduce la ingesta de carbohidratos, lo que lleva al organismo a abastecerse de la grasa almacenada.
Las bebidas istónicas te ayudan a mantenerte hidratado y a recuperarte después del entrenamiento. Pero dado su contenido en azúcares, sodio y potasio, no deben tomarse fuera del contexto deportivo.
Ya sabíamos que reutilizar el aceite de oliva para freír puede producir inflamación del hígado y riesgo de cáncer. Ahora, además, se suma que puede causar daños en el cerebro.
Hará que pierdas rápidamente unos kilos que, más pronto que tarde, acabarán volviendo a tu cuerpo. Pero sí ayudará a que te sientas nervioso, extremadamente cansado y que no puedas dormir.
No basta sólo con el calcio. Toma nota de las vitaminas, minerales y nutrientes que debes incorporar a tu dieta si quieres tener unos huesos fuertes y funcionales.
El psiquiatra Judson Brewer ha creado un programa basado en la neurociencia para mejorar nuestra relación con la comida.
El calor al que se somete a la verdura durante la cocción puede reducir su cantidad de fibra y vitaminas. Sin embargo, también potencia su contenido en algunos nutrientes muy beneficiosos para la salud.
La terapeuta holística digestiva Fani García pone el foco en la ansiedad y el estrés como desencadenantes de una digestión más pesada.
Ni naranja ni kiwi: la súper fruta que contiene más vitamina C es la acerola. Originaria de climas tropicales, también puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Descúbrela.
Ni funcionan ni, peor aún, son saludables. Perder peso de una forma gradual y sostenida, a un ritmo de entre medio kilo y un kilo a la semana, reduce el riesgo de sufrir el efecto rebote.
Cepillarse los dientes justo antes de desayunar aumenta la secreción de saliva que facilita la digestión de alimentos y mata a las bacterias indeseables que habitan la cavidad bucal.