Agua de chía: cada cuánto tomarla para poder disfrutar de todos sus beneficios

Llevar una vida saludable incluye varios factores: una correcta alimentación, mantener un descanso adecuado y hacer ejercicio físico de manera regular. Para que tu alimentación sea considerada saludable debe proporcionarte todos los nutrientes y componentes esenciales que el cuerpo necesita, lo que no siempre es fácil, sobre todo por el ritmo de vida que llevamos. Por ello se recomienda incluir en la dieta ciertos alimentos muy nutritivos que te aporten los nutrientes que necesitas de forma muy sencilla.

La chía es uno de esos alimentos. Se trata de una de las principales fuente de ácidos grasos esenciales omega-3 , sobre todo en la dieta vegetal. Además contienen calcio, magnesio, hierro, fósforo, vitaminas del grupo B y proteínas.

Los expertos recomiendan tomar una cucharada sopera de semillas de chía al día, lo que nos aporta unos 2,5 gramos de omega-3, siendo la cantidad recomendada de 1,5 gramos como mínimo. Una de las mejores maneras de consumirlas es por medio del agua de chía, una bebida refrescante y agradable, en la que las semillas conservan todas sus propiedades y están listas para que el cuerpo las digiera bien y asimile todos sus nutrientes.

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Mejora la salud cardíaca

Las semillas de chía son ricas en ácido alfa-linolénico (ALA), un precursor de la familia omega 3 que se encuentra en las plantas. En el cuerpo humano, el ALA se convierte en los otros dos ácidos grasos omega-3: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Los ácidos grasos omega 3 son muy beneficiosos para el sistema cardiovascular porque reducen la inflamación y el colesterol, entre otros efectos.

Controla los niveles de azúcar en sangre

Al contener grandes cantidades de fibra, las semillas de chía ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre. Esto sucede porque la fibra tiene la capacidad de captar el azúcar y lo va liberando de manera muy progresiva, evitando que se generen picos de glucosa e insulina.

Este hecho se confirmó en una investigación realizada por la Universidad de Cambridge que tenía a ratas como sujeto de estudio y, aunque faltan datos que corroboren este efecto en humanos, es bastante probable que sus resultados sean los mismos.

Efecto antioxidante

Las semillas de chía son tres veces más antioxidantes que los arándanos , siendo estos una de las frutas con mayor poder antioxidante conocido. Los antioxidantes ayudan a retrasar el envejecimiento prematuro, reducir ciertas enfermedades y ayudan a combatir los radicales libres.

Entre sus antioxidantes destacan sustancias como el ácido clorogénico, el ácido cafeico, la quercetina o el kaempferol.

Una excelente fuente de fibra

Los expertos recomiendan consumir unos 30 gramos de fibra al día y sólo 28 gramos de estas semillas contienen 11 gramos de fibra. Esta fibra consigue un efecto muy saciante al absorber el agua y expandirse en el estómago, ayudando de este modo a reducir la cantidad de alimentos que ingieres. Además, esta fibra llega al intestino sin ser digerida, sirviendo de alimento para las bacterias buenas del organismo.

Gran aporte de proteínas

Incluir proteínas en la dieta es muy importante, tanto para perder peso como para cuidar de tu salud. Las células del organismo están en constante renovación, para lo que necesitan estas proteínas que, a su vez, contienen aminoácidos esenciales, algo que no puede producir nuestro cuerpo por sí mismo.

Por otro lado, las proteínas ayudan a sentirte saciado ayudándote a perder peso de una manera saludable.

Mejora la salud metabólica

La salud metabólica se refiere al colesterol, los triglicéridos y la obesidad. Las semillas de chía, al ser ricas en fibra, proteínas y ácidos grasos omega 3, ayudan no solo a reducir todos estos valores, sino que también previenen de sufrir de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Fortalece los huesos

La chía tiene altos contenidos de minerales importantes como el fósforo, el calcio, el magnesio así como otros nutrientes como las proteínas, tan importantes para el sistema óseo. Las semillas de chía aportan el 18% de la cantidad diaria recomendada de calcio, por eso son excelentes para aquellas personas que no consumen productos lácteos.

Cómo preparar agua de chía

Preparar agua de chía es muy sencillo y requiere pocos ingredientes, pero es necesario un tiempo de remojo mínimo de las semillas, por lo que es necesario planificarlo con antelación.

Ingredientes:

• 15 gramos de semillas de chía
• Zumo de un limón
• 500 ml de agua

Preparación:

1. Pon las semillas de chía en remojo durante una hora para que se activen. Para ello, vierte agua hasta que cubran las semillas y déjalo reposar.
2. Mientras tanto, en otro recipiente, vierte el agua que sobra, agrégale el zumo del limón y mezcla bien.
3. Una vez transcurrido el tiempo de remojo de las semillas, agrega la chía al agua con limón sin colarla. Mézclalo todo bien y deja que repose durante 10 minutos.
4. Pasado el tiempo de reposo, ya se puede ingerir, pero es importante no colar el agua, puesto que la idea es tomar las semillas.