
El descenso de estrógenos y progesterona da lugar a desequilibrios hormonales que pueden provocar acné en la piel. FOTO: Prexels.
BELLEZA
Por qué aparecen los brotes de acné en menopausia y cómo tratarlos
Del mismo modo que sucede en la adolescencia, los desequilibrios hormonales pueden desencadenar esta afección a partir de los 45. Una buena rutina de cuidados puede ayudar a prevenir su aparición.
16 DE ENERO DE 2025 / 16:45
Existe una estrechísima relación entre las hormonas y el estado de nuestra piel. No es extraño, por tanto, que algunas de las afecciones cutáneas más comunes coincidan con momentos de cambios hormonales. Por ejemplo, la adolescencia, el embarazo, los picos de estrés y, por supuesto, la menopausia. Si bien es habitual escuchar que en esta etapa la mujer experimenta una gran sequedad en las mucosas -también las de la piel-, cada vez es más frecuente que se desencadenen episodios de acné en menopausia.
El motivo no es otro que el desequilibrio entre estrógenos y andrógenos. «Al disminuir los niveles de los primeros, se puede producir un aumento relativo de la actividad de los andrógenos (hormonas masculinas). Este desequilibrio afecta la producción de sebo, lo que puede obstruir los poros y generar esos temidos brotes», explica el doctor José Luis Ramírez Bellver, de Instituto Médico Ricart. Según la Fundación Piel Sana, de la AEDV, hasta un 45% de las mujeres mayores de 25 años sufre este problema dermatológico. Aunque lo habitual es que a partir de los 45 disminuya su prevalencia, cada vez más mujeres acuden a consulta por este tipo de granos.
¿Piel más seca o más grasa?
El exceso de sebo se encuentra detrás de cualquier tipo de acné, también durante la menopausia. Lo curioso es que cuando se habla de pieles femeninas maduras se suele mencionar la falta de hidratación, la tirantez, la descamación… Es decir, un estado de sequedad muy llamativo. Entonces, ¿cómo puede darse ese exceso de grasa? El dermatólogo tiene la respuesta: «Aunque la piel se vuelve más seca debido a la disminución de estrógenos, la producción de sebo puede aumentar en ciertas áreas de la cara debido a la influencia de las hormonas masculinas». Es por esa razón que, a partir de los 40 o 45 años, los granitos se suelen acumular en la conocida como zona T. Es decir, en frente, nariz y mentón.


Sin embargo, no siempre es posible detectar que existe un aumento de andrógenos a través de un análisis de sangre. Ya que como advierte el doctor, «hay personas que, genéticamente, presentan mayor sensibilidad a los andrógenos y, en consecuencia, sus glándulas producen más sebo». Además de ese exceso de grasa de origen hormonal -el mismo que se puede dar en la adolescencia-, existen otros factores que pueden desencadenar la aparición de brotes. Como, por ejemplo, «el estrés, la falta de sueño, el uso de ciertos medicamentos y la exposición a contaminantes ambientales«, enumera Ramírez Bellver. También es posible que el sebo se produzca por un sobrecrecimiento bacteriano -en concreto, de Demodex-, más frecuente en edades maduras y en épocas de cambios hormonales.
Mejor prevenir…
Otro aspecto a considerar son los antecedentes, tanto familiares como personales. Los datos de la Fundación Piel Sana lo dejan claro: el factor genético aparece en más del 50% de los casos. Además, menos del 20% de los casos están relacionados con un comienzo tardío. La mayoría -más del 80%- se da en mujeres que ya vivieron episodios acneicos en su adolescencia y juventud. En cualquier caso, la prevención juega un papel fundamental en la aparición del acné en menopausia. Una rutina adecuada de cuidado resulta fundamental para evitar los episodios de granitos. O al menos, para limitarlos, de modo que sean menos extensos y menos duraderos. Además de mantener una correcta limpieza e hidratación, el experto de IMR recuerda la importancia de usar productos con activos que reduzcan la actividad de la glándula sebácea, como los retinoides o los hidroxiácidos.
El doctor también insiste en «evitar el uso de productos muy densos y achacar todo a un problema de hidratación». «Las cremas hidratantes muy espesas empeorarán el problema, al igual que los maquillajes muy oclusivos. Se deben buscar fórmulas no comedogénicas«, añade. Del mismo modo, es importante cuidar la alimentación, sobre todo, evitando el consumo de ultraprocesados, azúcares y grasas trans. Así como evitar el tabaco, un factor agravante que muchas veces no se tiene en cuenta.
Cómo tratar el acné en menopausia
Pese a que cada día es más habitual que las mujeres que se acercan o encuentran en menopausia experimenten brotes de acné, en general, no se trata de casos muy graves. Para tratar esta condición cutánea, el doctor recomienda «los productos con retinoides, que ayudan a regular la producción de sebo y a promover la renovación celular. También se pueden usar ácidos suaves como el salicílico o el glicólico para exfoliar la piel y desobstruir los poros».
También pueden ayudar tratamientos como la radiofrecuencia con microagujas, la terapia biofotónica (kleresca), o la luz pulsada (IPL). Si los granos se acompañan de dolor, cicatrices o son muy extensos, habrá que acudir a un dermatólogo especialista. En esas ocasiones es habitual asociar el tratamiento tópico con uno oral.
- TEMAS
- MENOPAUSIA
WeLife hoy
Diseño humanoCalorías vacíasGeneración sandwichDucha fríaSan ValentínSiguenos :)