Además de aportar beneficios a nuestra salud, la sonrisa tiene un efecto contagioso positivo. Foto: Pexels
MENTE
Por qué deberías sonreír cada mañana 10 segundos antes de salir de la cama
Mayor motivación, energía, efecto analgésico.... Acostumbrarse a hacer este pequeño gesto al despertarse puede convencer a nuestro cerebro de que nos espera un gran día. Pero sus efectos van más allá.
26 DE DICIEMBRE DE 2024 / 12:29
Quienes lo han probado aseguran que su día a día ha cambiado. Y es que, aunque pueda sonar naif, está demostrado que sonreír cada mañana antes de salir de la cama tiene muchos beneficios. La doctora Louann Brizendinne, una de las neuropsiquiatras más reconocidas a escala mundial, cuenta en su libro La mujer renovada que desde que se decidió a hacerlo empezó a ver las cosas de otro modo. Con más optimismo, motivación, energía… Lo cierto es que no son solo sensaciones. «Al sonreír se genera una señal que activa la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y las endorfinas», explica Raquel Marín, neurocientífica y catedrática de Fisiología de la Universidad de La Laguna.
Estas sustancias químicas naturales están involucradas en el placer, el humor, el ánimo o, incluso, en reducir el dolor. Como sostiene la divulgadora, «siempre tendemos a pensar que primero va el bienestar mental y, luego, la reacción corporal. Pero sonreír demuestra que también funciona en el otro sentido». Es decir, con la sonrisa provocamos un agrado desde el punto de vista cerebral.
Un sistema inmune más fuerte
Resulta llamativo, pero el simple hecho de realizar este gesto puede influir positivamente en la respuesta inmune. «De hecho, el sistema nervioso y el inmunológico van de la mano», recuerda la experta. Ambos son los que más energía metabólica gastan en nuestro organismo y se alían para defendernos de agresiones externas. Tony Espigares, coach y creador del pódcast Vida Extraordinaria, sostiene que «cuando sonríes reduces los niveles de cortisol y otras hormonas del estrés que, en exceso, pueden debilitar tu sistema inmunológico«.
Además, la liberación de endorfinas, dopamina y serotonina contribuye a un estado de bienestar capaz de potenciar las defensas naturales. También, apunta la neurocientífica, se liberan encefalinas, conocidas como neurotransmisores opioides por su carácter analgésico. Otro aspecto importante, también respaldado por la ciencia, es que llega a reducir la presión sanguínea y disminuye la frecuencia cardiaca.
Por qué hacerlo por la mañana
Si bien los efectos de la sonrisa funcionan a cualquier hora, hacerlo por la mañana, sin siquiera haber salido de la cama, multiplica sus beneficios. «Cuando nos levantamos tenemos mayor producción de cortisol, pero hay personas que pueden sentir ansiedad ante lo que les espera en el día. Al sonreír unos segundos, se ralentiza la actividad mental, se reduce la angustia y será más sencillo abordar y programar el día», razona Marín. En el caso de quienes se les pegan las sábanas, también funciona: «Al generar dopamina, se sentirán con más motivación y enérgicos».
Por su parte, Espigares destaca el poderoso impacto de hacerlo en ese momento. «Neurológicamente, esos instantes son clave porque tu cerebro se encuentra en un estado altamente receptivo. Al despertar, estás en una transición entre las ondas cerebrales theta, asociadas con el subconsciente y la relajación profunda, y las ondas alfa, vinculadas con la creatividad y la calma. Este estado es ideal para programar tu día y tu mente con una intención positiva. Sería como enviar un mensaje a tu cuerpo y tu mente diciendo que hoy será un buen día».
Engañar al cerebro
En cierto modo, el mecanismo de la sonrisa actúa como un truco para nuestro cerebro. Un espejismo. Como si nuestra mente recibiera el mensaje de que todo está bien, aunque no sea del todo así. Lo hace, explica Espigares, «gracias a un fenómeno llamado retroalimentación facial. Al sonreír los músculos faciales envían señales al cerebro que desencadenan la liberación de neurotransmisores asociados con el bienestar. Es como si tu cerebro asumiera que, porque estás sonriendo, hay una razón para estar feliz y empieza a actuar en consecuencia». Por este motivo, también es efectivo cuando la sonrisa no es genuina y se tiene que forzar un poco.
Una cuestión de energía
El coach, experto en bienestar mental, destaca que sonreír cada mañana también impacta positivamente desde un punto de vista energético. «La sonrisa tiene una frecuencia elevada que transmite alegría, calma y empatía. Es una forma muy sencilla de cambiar tu vibración interna y la energía del espacio que te rodea», asegura. Hacerlo por la mañana nos invita a empezar el día alineados con aspectos como la gratitud, la alegría y la apertura, que determinarán la manera de enfrentarse a los retos y conectar con los demás.
Es más, tiene un efecto contagioso inmediato. Como el bostezo. «Nuestro cerebro es tremendamente empático y las neuronas espejo nos ayudan en este sentido. Por eso, si estoy en presencia de alguien que sonríe me genera a mí también mayor bienestar. La actividad de la amígdala, centro de desconfianza, se anula y me encontraré más seguro, receptivo, tranquilo… Además, me invitará a sonreír a mí también», apunta Raquel Marín. Quien recuerda que la sonrisa es enemiga de los manipuladores, boicoteadores y todos aquellos que te quieren generar estrés.
Si pese todo lo que dice la ciencia, quedan dudas, pruébalo. Es sencillo. Solo hay que probar a dibujar ese gesto por las mañanas y mantenerlo durante 10 segundos. Espigares anima a ello: «La energía con la que comienzas tu día define la calidad del resto de tus experiencias». Solo hay un punto en contra: las patas de gallo. Aunque dado que también está demostrado que nos alarga la vida, ¿a quién le importa?
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