
Con el yoga no solo se trabaja el cuerpo, algo muy interesante cuando se acerca la menopausia. Foto: Pexels.
EJERCICIO
Por qué deberías seguir practicando yoga en menopausia
La práctica de esta disciplina, muy popular entre las mujeres de más de 40, combina beneficios físicos, espirituales y emocionales. Tanto que ayuda a aceptarse y quererse más durante esta etapa.
11 DE FEBRERO DE 2025 / 17:00
Si hay algo que tiene grabado cualquier mujer que se acerca a la menopausia es que tiene que entrenar la fuerza. Médicos, preparadores y todo tipo de expertos son claros: es innegociable. Sin embargo, ni hay que limitarse a este tipo de ejercicio ni hay que abandonar otras disciplinas que, hasta el momento, nos gustaban. Por ejemplo, es bastante frecuente encontrarse con mujeres que se preguntan si resultaría igualmente interesante mantener sus clases de yoga en menopausia. La respuesta es, sin duda, afirmativa.
«Se trata de una práctica transformadora que no solo trabaja a nivel físico, sino que impacta en todos los niveles del cuerpo. A partir de los 40, cuando los niveles hormonales empiezan a fluctuar, el yoga actúa como soporte integral al proporcionar herramientas para transitar esta etapa sin perder calidad de vida», asegura Xuan Lan. La profesora más seguida en las redes sociales, que ha cumplido 50 años, está convencida de los beneficios que ofrece esta disciplina, especialmente, cuando la mujer se adentra en la perimenopausia.
Un trabajo holístico
La gran baza del yoga, en cualquier etapa de la vida que se practique, es que va más allá de lo físico. «Trabaja de manera holística: combina movimiento físico, respiración consciente y atención plena«, sostiene la experta. Esto es lo que, precisamente, lo diferencia de otras disciplinas que se centran únicamente en el cuerpo. Xuan insiste en que el yoga en menopausia actúa directamente sobre el sistema endocrino. «Estas glándulas son tan importantes que influyen en nuestro humor, en nuestra capacidad de concentración y en nuestra energía. Por ello, esta disciplina es capaz de aportarnos un bienestar integral en esta etapa».


Por su parte, el trabajar la respiración influye directamente sobre el sistema nervioso. «Cuando está regulado se traduce en menos niveles de estrés y una mejor calidad de vida», explica. Además, cuando se respira de forma consciente, somos capaces de conectar con nosotros mismos y nuestras necesidades. La experta añade otro aspecto muy interesante. «La parte espiritual de la práctica nos ayuda a aceptarnos y querernos, en lugar de rechazar las incomodidades de la menopausia. También promueve la autocompasión para vivir mejor esta etapa». En definitiva, pone en bandeja esa paz interior tan deseada mientras el organismo transita por los vaivenes hormonales.
Yoga para aliviar los síntomas de la menopausia
Como defendía Xuan Lan, el valor diferencial del yoga reside en que se trabaja el cuerpo desde un todo y, por tanto, sus beneficios se notan también en lo físico. Flexibilidad, equilibrio, coordinación y mejor postura son los más evidentes. Resulta destacable que la práctica continuada ayuda a tener un cuerpo más tonificado, unas articulaciones más funcionales, un corazón más fuerte y contribuye a evitar la pérdida de masa ósea, aspectos especialmente interesantes en las mujeres de más de 40 años.
Pero no solo eso. Tal y como destaca Xuan, y como respalda desde hace años la ciencia, el yoga «ayuda a aliviar síntomas comunes, como los sofocos, insomnio, ansiedad y los tan recurrentes cambios de humor». La profesora resume en una frase todos estos beneficios: «Aporta un cuidado integral que nos permite conectar con nosotras mismas, abrazar esta etapa y redescubrir nuestra fuerza interior».
¿Cuál es el estilo más beneficioso?
Aunque se trate de la misma disciplina, poco tiene que ver una clase de Hatha, más calmada, con una del dinámico Vinyasa. Sin embargo, Xuan recuerda que no hay ningún estilo más o menos adecuado para practicar en menopausia. «Lo importante es escuchar al cuerpo». Unos días se necesita activar el cuerpo con energía, mientras que otros apetece más centrarse en la respiración y la relajación. Todos aportan grandes beneficios sobre la conciencia corporal, el control de la respiración y la atención plena.

En cualquier caso, la constancia es clave para sacar partido de ese listado de propiedades. «En yoga se trabaja desde la prevención; ¡no es un remedio milagroso!», advierte. Por eso, lo recomendable es practicarlo tres veces a la semana. Aunque Xuan sostiene que lo ideal sería hacerlo a diario, «entendiéndolo como un momento de autocuidado placentero y no como una obligación».
El combo ideal
Pese a que los beneficios de seguir practicando yoga en menopausia son innegables, no hay que perder de vista el entrenamiento de fuerza, que, ya ha quedado claro, no puede faltar a partir de los 40. Una opción interesante es combinar ambas disciplinas. El FIT+Yoga, creado por Xuan Lan e incluido en su programa Yoga para la Menopausia, aúna ejercicios de fitness, pilates y yoga para ganar fuerza y tonificar la musculatura. «Algo perfecto para cuidarse de forma plena y vivir con mayor salud esta etapa vital», concluye Xuan.
WeLife hoy
YogurPhubbingCaída cabelloEjercicio resfriadoProfecía autocumplidaSiguenos :)