
En enero, la melancolía es la tónica habitual en muchas personas. FOTO: Escena de Olvídate de mí.
Mente
La ciencia detrás del Blue Monday: por qué te sientes más triste en enero según los expertos
El regreso a la rutina o la falta de motivación para cumplir los nuevos propósitos son algunas de las razones por las que la melancolía y la tristeza tiñen de azul el primer mes del año.
Por Sara Flamenco
20 DE ENERO DE 2025 / 07:30
Si por algo se conoce a enero, además de por su famosa cuesta y por ser el periodo (junto con septiembre) en el que los gimnasios sufren un repunte de afiliados, es por su melancolía. Terminan las fiestas navideñas, has cogido unos kilos, tu monedero se ha quedado temblando y hace incluso más frío que el mes anterior. La mezcla de todos estos factores hace que la tónica emocional generalizada sea de tristeza, algo que se materializó con el surgimiento del concepto Blue Monday, conocido como el día más triste del año.
Esta fecha, que se localiza en el tercer lunes de enero, fue una invención del psicólogo estadounidense Cliff Arnall, de la Universidad de Cardiff, pero tiene su base en factores reales. «Supuestamente, el tercer lunes de enero concentra varios elementos: el tiempo transcurrido desde Navidad, el regreso a la rutina y la falta de motivación para cumplir los propósitos de Año Nuevo», explica Silvia Dal Ben, psicóloga y Clinical Manager de Unobravo. «Sin embargo, desde una perspectiva psicológica, no hay evidencia científica que respalde que este día sea más triste que otros. Es más bien una construcción cultural que refleja una sensación generalizada de desánimo en esta época del año», continúa. Es decir, que es posible experimentar tristeza y melancolía en enero, pero esto no significa que todos lo vivan ni que lo vivan de la misma manera, concentrado en un solo día.


Por qué te sientes más triste en enero
1. Regreso a la rutina: las fiestas navideñas se caracterizan por un aumento de las reuniones grupales y de las actividades placenteras, unido, en algunos casos, a un cese de la actividad laboral. Al terminar todo esto y comenzar la rutina, con sus obligaciones laborales, sus responsabilidades familiares, y su menor interacción social, son muchos quienes se sienten más tristes y frustrados.
2. Un aumento de las preocupaciones económicas: la Navidad también es sinónimo de gasto desorbitado. Regalos, grandes celebraciones, ropa especial para ciertos eventos… Además, estas fiestas tienen un componente emocional que puede hacer que compres sin ser consciente realmente de tus capacidades, lo que puede generar preocupaciones tras el período festivo.
3. Presión por elaborar una lista de propósitos de año nuevo: «al comenzar el año con una lista larga de objetivos, aunque pueda ser una manera de decirse a uno mismo que se está afrontando la propia vida, es fácil sentir presión y desmotivación ante la magnitud del cambio que buscamos», cuenta Dal Ben.
4. El peso de las expectativas no cumplidas durante el año: en muchas ocasiones, los propósitos de año nuevo responden a una necesidad de hacer algo respecto a una situación en concreto y escapar de las emociones asociadas. Sin embargo, esto puede traducirse «en propósitos no realistas, y las expectativas desproporcionadas combinadas con una autoexigencia excesiva, pueden generar frustración y una sensación de fracaso cuando no se cumplen», indica la experta.
5. El Trastorno Afectivo Estacional: se trata de un tipo de depresión que se presenta de manera recurrente en una época específica del año, normalmente en otoño e invierno. «Desde el punto de vista psicobiológico, se asocia con la reducción de luz solar, lo que afecta la producción de serotonina, la regulación de la melatonina y el ritmo circadiano«, explica Silvia Dal Ben. Enero reúne todas las características para potenciar la probabilidad de sufrir este trastorno que se manifiesta en un bajón de energía, tristeza persistente, dificultad para concentrarse, cambios en el sueño y el apetito y pérdida de interés en las actividades habituales.
Cómo hacer frente a la tristeza
La tristeza o la melancolía son emociones poco gratas, pero no por ello menos importantes. «Reconocer que se está triste e indagar sobre el sentido de esa emoción, desde cómo se produce hasta cómo se alimenta, es el primer paso para afrontarla», propone la experta. Pero lee con atención, puesto que no ha dicho reprimirla, sino afrontarla. Hacerte cargo de tu propia emoción, sentirla, atravesarla y superarla, no enterrarla bajo una falsa sonrisa. «Además de comprender los motivos personales que cada uno de nosotros puede tener, es sin duda útil mantener contacto con amigos y seres queridos, lo que puede aliviar la posible sensación de aislamiento, y realizar regularmente una serie de buenas rutinas, como llevar una dieta equilibrada o dormir lo suficiente», sugiere.
En cuanto a los propósitos de año nuevo, algo tan típico de esta fecha, lo primero que hay que hacer es establecer unos objetivos realistas, que puedas llevarlos a cabo. Pero es importante no sufrir agobio ni frustración, por lo que Silvia Dal Ben recomienda dividir el camino para conseguir ese propósito en pasos más pequeños: «un objetivo grande puede parecer abrumador, pero dividirlo en metas más pequeñas ayuda a avanzar progresivamente», aconseja. «Habrá días difíciles y en los que tengamos que permitirnos ajustes sin sentir que hemos fracasado. Reconozcamos nuestros logros y celebremos cada pequeño avance, por pequeño que sea reforzará nuestra motivación», concluye la experta.
- TEMAS
- EMOCIONES
- PSICOLOGÍA
WeLife hoy
YogurPhubbingCaída cabelloEjercicio resfriadoProfecía autocumplidaSiguenos :)