Ni funcionan ni, peor aún, son saludables. Perder peso de una forma gradual y sostenida, a un ritmo de entre medio kilo y un kilo a la semana, reduce el riesgo de sufrir el efecto rebote.
Cepillarse los dientes justo antes de desayunar aumenta la secreción de saliva que facilita la digestión de alimentos y mata a las bacterias indeseables que habitan la cavidad bucal.
Los alimentos ricos en grasas saludables, antioxidantes, carbohidratos complejos, vitamina B y minerales como el zinc y el magnesio protegen la salud del cerebro y estimulan una memoria más longeva.
La harina de trigo no está en sus ingredientes, por lo que pueden resultar ideales para las personas que toman alimentos sin gluten. Pero siguen teniendo demasiada mantequilla, azúcar y sal.
Esto es lo que debes comer (y evitar) para que te duela menos la regla y reducir las molestias en tu ciclo, según una experta.
La cafeína mejora el rendimiento deportivo debido a sus múltiples beneficios como la mejora de la concentración o la reducción de la sensación de fatiga.
El dolor articular es, junto a los sofocos, la mala calidad del sueño y los cambios de humor, uno de los síntomas más habituales de la perimenopausia. Un 75% de las mujeres en esta etapa los sufren.
No se trata sólo de que se acabe convirtiendo en grasa y ganes peso: el exceso de proteína puede ser muy perjudicial para tus riñones, tu salud digestiva e, incluso, tu corazón.
Este combinado de agua y fruta aporta antioxidantes y minerales, previene la diabetes y protege el corazón. Así hay que prepararla y tomarla.
Son excelentes para mejorar tus digestiones, pero la forma de guardarlas, prepararlas y tomarlas es clave para conseguir todos sus beneficios. Descubre los principales errores que cometes al consumirlas.
Conectar con la sensación de hambre y saber reconocer la saciedad son clave para mejorar la dieta. Estas son las claves para conseguirlo.