Este es el mejor templo del Mediterráneo donde disfrutar de la calma y el bienestar

Basta con echar un vistazo a la fotografía que ilustra este tema –con su famoso domo rodeado de árboles y frente a la piscina– para soñar con escaparse a este enclave. Incluso si no sabes todo lo que puedes encontrarte allí. «La intuición del ser humano va siempre un paso más allá. Es por eso que, a veces, sólo hace faltar ver una foto para conectar con su energía», contesta Sonia Ferre, fundadora de este resort boutique situado en la sierra de Mariola (Alicante), al comentarle las sensaciones que despierta la imagen. Hace ya una década que puso en marcha MasQi, The Energy House. En ese momento, 2014, hablar de alojamientos wellness, retiros de yoga o programas de bienestar sonaba como algo hippy o, cuando menos, minoritario.

Por eso decidió crear lo que ella misma buscaba. «La idea surgió gracias a una crisis existencial que, curiosamente, me vino en un gran momento profesional (se encontraba al frente de una compañía industrial del sector  textil). Pero fue entonces cuando tomé conciencia de que la felicidad no viene por lo que tienes, sino que es un estado interno de paz». Ahí comenzó un camino largo, no siempre fácil, que la llevó a crear este proyecto e involucrarse totalmente en él. Ferre reformó una masía del siglo XIX, rodeada de naturaleza, que pertenecía a la familia y la acondicionó como un hotel boutique que nacía con el objetivo de ser un lugar de transformación por donde han pasado clientes procedentes de 27 países del mundo. «La mayor parte son cosmopolitas, con un día a día estresante… Pueden venir solos, acompañados de su pareja, su madre o su mejor amiga, pero la intención siempre es salir sintiéndose mejor», apunta Ferre sobre el perfil del huésped.

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Transformarse por dentro y por fuera

La emprendedora, que es una de las ponentes de los encuentros ASISA WeLife Menopausia de Valencia y Málaga, insiste en que, desde su origen MasQi era más que un alojamiento especial. «Más allá de proporcionar una experiencia única, lo que yo pretendía al crearlo –y lo que fue tan rompedor– era ofrecer una transformación a los huéspedes. La misma que yo había tenido gracias al comprender de qué va la vida», explica. Es por eso que el yoga, el ayurveda, las terapias energéticas, la comida macrobiótica o la meditación, tan importantes en el proceso de cambio de Sonia, son parte intrínseca del proyecto. «Fueron herramientas esenciales para mí y, a día de hoy, lo siguen siendo».

Lo hacen integrándose en diversos programas y retiros que van desde las dos a las 21 noches (a partir de 681 euros) y que combinan alojamiento, pensión completa, actividades y masajes o terapias. Como el Deep Clean Detox, enfocado a limpiar el organismo o el apetecible programa Anti-Estrés. Ferre insiste en que para notar realmente un cambio se necesitarían entre cinco y seis días. Pero también hay propuestas para vivir la experiencia durante una jornada o disfrutar de un intensivo de yoga. «Lo importante es que quienes pasen por aquí encuentren el camino hacia una vida más plena, consciente y en calma, para transformarse a mejor», reflexiona.

Naturaleza y silencio para crear un templo del bienestar

Lo cierto es que después de MasQi, y especialmente, después de la pandemia, llegaron muchos otros retiros de yoga, bienestar o reconexión. Algunos se organizan en hoteles al uso. Otros, en casas reconvertidas para la ocasión. Pero esta masía escondida en la sierra alicantina sigue manteniendo algo especial. «El silencio es una parte fundamental de su encanto. Aquí la naturaleza es súper potente y tiene un efecto sanador. Además, creo que hay lugares que tienen una energía especial: MasQi la tiene y quien pasa por aquí, lo nota», sostiene Sonia. Su domo, esa cúpula de madera que domina parte del paisaje y donde se practican a diario yoga y meditación, concentra gran parte del poder energético de este templo del bienestar.

La fundadora del espacio añade otro ingrediente: «el amor». El suyo, ya que 10 años después sigue día a día al pie del cañón, y el de todo el equipo. Actualmente trabajan 20 personas que, en palabras de Ferre, «aportan su alma al proyecto». Precisamente ese staff es una de las cosas que más valoran los clientes que llegan hasta aquí (un 30% de ellos repite). «La otra es que tiene alma, no es un hotel al uso, sino que está concebido como una casa», añade Ferre.

Lo que está por venir en MasQi

Cuando un proyecto sopla 10 velas hay que preguntar sí o sí por los próximos pasos. Aunque Sonia Ferre no quiere dar muchos detalles – «a veces, los planes tardan meses o más tiempo en convertirse en realidad», dice–, se nota que hay muchas cosas por venir. Entre esas novedades, ofrecerán un programa de formación para empresas, darán entidad propia al restaurante y pondrán en  marcha un huerto biodinámico. También es nuevo el retiro Energía vital, de cuatro noches, que se centra en recuperar el propósito y la ilusión por la vida a través de cuatro pilares: autoconocimiento, depuración, yoga y meditación. En cualquier caso, habrá más, pero, por el momento, toca esperar. Ferre concluye: «El objetivo es crecer, pero siempre sin perder de vista la esencia de MasQi de seguir transformando la vida de la gente».