Cambiar la forma de comer es el arma más eficaz para reducir la huella de carbono. Pero hay otros gestos, como usar vajillas compostables y apps para evitar el desperdicio.
El calor y los zapatos cerrados acentúan el olor desagradable de los pies. Pero no es el propio sudor lo que huele mal, sino las bacterias que se alimentan de él.
Dormir a una temperatura agradable, sin pijama y sin compañía evitará que empapes tus sábanas de sudor y veas interrumpido tu descanso. El ejercicio físico y la alimentación también ayudan.
Esperar a llegar a la playa o piscina para aplicarte el protector solar, olvidarte del cuello y las orejas y no utilizarlo los días nublados disparan riesgo de sufrir una quemadura solar.
Tomate, pepino, sandía y melón están en su mejor momento. Junto a proteínas magras y grasas buenas, son la mejor alternativa para la dieta de temporada más saludable.
Con solo 30 calorías, la sandía tiene gran contenido en agua que mantiene hidratado, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a recuperarse después de entrenar.
La gran cantidad de vapor de agua en el aire impide que sudes de forma eficiente, por lo que el cuerpo gasta mucha energía para enfriarse, se deshidrata y acaba exhausto.
Caminar 7.000 pasos al día tiene tantos beneficios para la salud como los famosos 10.000 pasos diarios. Además, es más asequible, requiere menos tiempo y cuida mejor de pies y rodillas.
Según varios estudios científicos, las ciruelas pasas tienen un gran impacto en la función cognitiva por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Algunos hilos dentales están fabricados con productos que podrían resultar tóxicos para el organismo. Pero no hay que prescindir de su uso, solo hay que elegir los más saludables.
El chocolate negro aumenta la producción de melatonina, por lo que ayuda a descansar mejor y a dormir sin interrupciones.