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La comunicación es básica para que las cosas funcionen./ Foto: 500 días juntos.

Salud mental

Diez claves de experto para ser más feliz con tu pareja

Aprender a discutir, utilizar el humor, buscar ratos de intimidad... Esas son algunas de las recomendaciones de los expertos para que la pareja funcione. Porque no, el amor no es suficiente.

Por Sara Trueba

17 DE DICIEMBRE DE 2023 / 09:30

Empecemos desmitificando: no hay parejas sanas sin crisis ni altibajos y, aunque el amor es esencial, no es suficiente. ¿Discutes con tu pareja? ¿Lo que te enamoró ahora te pone de los nervios? ¿Ya no hay tanta pasión? Calma, no hay nada perdido. Te presentamos 10 claves esenciales para encontrar la felicidad en pareja, manteniendo la identidad individual de cada uno, desde el respeto y entendiendo que, como dice la psicóloga y experta en sexología, Laura Morán, en su libro Perfectamente imperfectas, «no hay única manera de tener una relación ni una única receta», pero «mezclar adecuadamente todos los ingredientes y saber cocinarlos es lo que conocemos como tener una relación de pareja satisfactoria».

¿Cuál es el secreto? La psicóloga de Uden Salud Mental Rosalía Pérez contesta: «No es una tarea fácil, la clave reside en construir una relación basada en el respeto, la reciprocidad, el esfuerzo continuo y la comprensión mutua con el objetivo de construir un puente hacia la felicidad compartida». Desgranamos con ella, y de la mano de dos manuales imprescindibles, los pilares fundamentales y algunas líneas rojas.

1. Muestra respeto, reciprocidad y admiración

Aquí comienza el viaje hacia una relación feliz. «El crecimiento individual y el desarrollo de la pareja tiende a fracasar cuando hay celos y faltas de respeto», asegura Rosalía Pérez. En este sentido, la escucha activa de opiniones y necesidades del otro construye la base de la tolerancia de cualquier pareja.

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Por otro lado, «el intercambio equitativo de esfuerzos, afecto y compromiso» permitirá hablar de PAREJA con mayúsculas. Los logros se celebran juntos, pero también los fracasos y los momentos difíciles. Por eso, hoy, al regresar del trabajo, interésate por cómo le ha ido el día a tu pareja, escúchale y muéstrale tu apoyo en lo que sea que le preocupa. Si él/ella piensa en ti lo mismo que tú en él/ella, estaréis en el camino correcto.

¿Qué te enamoró? «La admiración es el puente hacia el enamoramiento, fortalece la conexión y va mucho más allá de la atracción física», asegura Pérez. Mamen Jiménez, psicóloga y experta en terapia de pareja, lo dice claramente en su libro Contigo, cómo tener una relación sana sin mitos… y con mimitos: «…Es preciso sentir que nuestra pareja nos admira (y viceversa) ¡Y esto hay que hacerlo explícito!». Frases como «no sabes lo que aprendo de ti cuando…», «Admiro tu confianza…» o «Qué bien te manejas en estas situaciones…» reflejan un amor dedicado y atento al otro. ¿Cuántas veces dejamos de mimar la relación dejando de prestar atención a este tipo de cosas?

2. Trabaja la relación

El libro Contigo, Mamen Jiménez afirma: «Confundimos coexistir con cultivar y nutrir. Hay que cuidar la relación, esforzarse por conquistar a la otra persona y no dar las cosas por sentado». 

Todos sabemos que los comienzos de una relación son apasionados y felices, llenos de detalles, «sin embargo, a medida que la relación avanza, estos detalles tienden a disminuir en frecuencia. La rutina y el paso del tiempo no deben convertirse en obstáculos para expresar cariño y aprecio mutuo»,  añade la psicóloga de Uden Salud Mental. El libro Contigo dedica un capítulo completo a enumerar algunas buenas costumbres a poner en práctica en forma de pequeños (grandes) detalles del día a día:

  • Dale un masaje, caliéntale los pies en la cama y déjale comida preparada ese día que se le ha complicado el trabajo y llegará tarde a casa.
  • Envíale un whatsapp con esa canción que acabas de escuchar y te ha recordado a él/ella.
  • Déjale un post it con un mensaje bonito (y muy vuestro).
  • Hazle halagos siempre que puedas, agradece y evita los peros. «Todo lo que hayas dicho antes del pero queda eclipsado y no se tiene en cuenta». ¿Un truco? Si no lo puedes evitar, «cambia el orden de la frase y empieza por lo malo: No me has dejado dormir, pero te quiero igual», dice la psicóloga en el libro.

3. Evita los sesgos en tus pensamientos sobre tu pareja

Al principio de cualquier relación se produce lo que E.L. Thorndike llamó el efecto halo, que no es más que reconocer cómo las primeras características que percibimos e interpretamos de una persona modulan la visión global que tendremos de ella. Así, si alguien nos parece atractivo es más fácil que, además, nos parezca buena persona… Sin embargo, nuestra mente nos la juega con facilidad. Todos los expertos consultados afirman que tanto las idealizaciones como las distorsiones de nuestros pensamientos pueden llegar a enturbiar cualquier tipo de relación y, por supuesto, también una relación de pareja.

Por esta razón, es fundamental identificar las distorsiones y no practicar sesgos como el de sobreatribución (consiste en ser más duro con los errores ajenos que con los propios), evitar el pensamiento dicotómico, las generalizaciones o el catastrofismo. «La satisfacción de los miembros de la pareja se relaciona con las interpretaciones que los dos hacen de la conducta del otro. Trabajar en la identificación y reconocimiento de los sesgos en la forma en que pensamos acerca de nuestra pareja es esencial», asegura Rosalía Pérez. ¿Tu cabeza tiende a cometer estos errores? Identifícalos, toma perspectiva y podrás comunicarte de manera más asertiva y sana con tu pareja.

4. No dejes que la paternidad engulla vuestra relación

Los psicólogos aseguran que hay algo común en las parejas exitosas: no dar por sentado al otro. Así, aunque haya muchas responsabilidades, y los hijos sin duda lo son, en lo referente a la pareja no se puede dar nada por garantizado. «Aunque las responsabilidades parentales pueden ser abrumadoras, no deberían eclipsar la esencia misma de la relación. Lograr un equilibrio entre las demandas de la crianza y el cuidado mutuo fortalece el lazo que los une», refuerza Rosalía Pérez. Y añade: «Es esencial encontrar momentos para disfrutar juntos y participar en actividades compartidas que les interesen a ambos para que se enriquezca la relación. Dedicar tiempo de calidad a la pareja no solo fortalece el vínculo, sino que también les brinda la capacidad de afrontar los desafíos de la crianza como un equipo cohesionado».

5. Mira las crisis como una oportunidad

El experto en relaciones de pareja John Gottman, miembro de la Asociación Americana de Psicología, lo dijo hace tiempo: «7 de cada 10 conflictos son irresolubles, pero las parejas exitosas se comunican para convivir con esos desacuerdos». Así, la clave no consiste en estar siempre de acuerdo, sino en servirse de los conflictos para acercar posturas, haciendo ver tus puntos de vista y entendiendo también los del otro para llegar a un entendimiento en forma de punto intermedio. «No expresar lo que sentimos puede mantener las aguas calmadas durante un tiempo, pero al final lleva a la distancia emocional», dice Gottman.

Se puede discutir bien. ¿Cómo? Busca el bien común y no salirte con la tuya y sigue unos sencillos pasos:

  1. Elige el momento apropiado para hablar, sin prisas.
  2. Habla, pero también escucha.
  3. Trata de describir la conducta que te molesta en lugar de atacar al otro.
  4. Si los ánimos se acaloran, daos un espacio.
  5. Entiende que esto no es una batalla que hay que ganar.
  6. Empatiza con tu pareja. Si le quieres y le respetas, te saldrá con cierta facilidad, sólo tienes que salir un poco de tu argumento de discusión y abrirte a otros puntos de vista posibles.

6. Entiende que la gente cambia (y tú también)

No todo te tiene que gustar de tu pareja y lo que al principio te conquistó ahora, con los años, quizá te enerve. La gente cambia, evoluciona y no es la misma con el paso del tiempo, el contexto y la sociedad por lo que es normal que tu pareja, con la que llevas 20 años, sea algo distinta que aquella que conociste. Cambian las necesidades y los deseos y es posible que aquello que os unía ahora os separe.

«La clave radica, una vez más, en la comunicación abierta y el respeto mutuo. Compartir las experiencias individuales de cambio y crecimiento es una oportunidad para redescubrirse mutuamente. Además, la adaptabilidad y la comprensión en una relación son esenciales para construir una base sólida que perdure, comenta Rosalía Pérez.

7. Reduce el estrés para dar más espacio al deseo

Sendos manuales de pareja hablan de la carga mental como anestesia del deseo. Entendida como ese trabajo no visible (la crianza, los cuidados, la logística doméstica…) que suele recaer en la mujer. «Gestionar implica planificar, organizar y estar alerta. Esto es cansado y es un rol bastante incompatible con la pareja sexual. Así, la corresponsabilidad permitirá que todo esté algo más equilibrado. Sí, la mente se abruma, se estresa y se bloquea debido al exceso de responsabilidades y esto afecta negativamente en la conexión sexual de la pareja. «Compartir la carga hace que el camino sea más ligero y la conexión más fuerte», indice la psicóloga de Uden Salud Mental.

8. Aprende que la pasión no es eterna

En el terreno sexual es necesario recordar que a veces no deseamos lo mismo que el otro y, sin embargo, eso no nos hace incompatibles (ni desde el punto de vista romántico ni en el sexual). Asimismo, el tiempo hace que la intensidad del amor baje en beneficio del amor sereno. Por eso, es clave saber decodificar el deseo y adaptarse desde una comunicación abierta y sincera. Recuerda:

  1. El autonocimiento es la mejor receta para saber qué nos da placer.
  2. La comunicación en la intimidad es el único vehículo para conocer los gustos y apetencias del otro, sin tener que descifrarlas por arte de magia.
  3. La pareja no tiene la responsabilidad de proporcionar placer.

El libro Contigo desmitifica algunos mitos sexuales con humor, calando en ideas como que el porno no es real o que los encuentros sexuales no siempre tienen que ser igual de intensos (y no por ello deben considerarse fallidos). ¿Necesitas más ayuda? Seduce, no informes de lo que deseas y, si es necesario, agéndalo. Como dice Mamen Jimenez, «que no salga de manera automática no lo convierte en una mala idea. Agendar un encuentro íntimo no hace que sea menos mágico, ¡hace que sea posible!».

9. Respeta el espacio del otro

En cualquier relación de pareja es importante poner ciertos límites para no dañar la relación y no caer siempre en los mismos errores. Algunos pueden ser acuerdos verbales y explícitos, como todos los relacionados con la organización y el reparto de tareas.

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Sin embargo, debemos ser conscientes para facilitar y practicar (como miembros activos de la pareja) una serie de límites simbólicos (nunca rígidos) esenciales. Son aquellos que dan espacio a que la otra persona conserve su propia individualidad. No es más que dar la oportunidad de que la otra parte de la pareja tenga tiempo para sí misma, respetando su espacio y fomentando la responsabilidad afectiva. «No sentirse restringido por la relación permitirá que esta evolucione y crezca en un entorno auténtico y honesto», dice Rosalía Pérez.

10. Utiliza el humor ante las malas rachas

«Un poco de humor en la relación de pareja actúa como un fuerte amortiguador contra el estrés, los desacuerdos, las decepciones y las malas rachas en una relación. Crear momentos divertidos y encontrar la alegría en situaciones cotidianas puede hacer que la relación sea más emocionante siendo una herramienta eficaz para romper con la rutina». De nuevo, como dice la psicóloga de Uden Salud Mental, es algo que se trabaja, se pone en práctica y fomenta la conexión emocional.

Así, el amor es mucho más que un sentimiento: es una elección de debe trabajarse y renovarse cada día. Y recuerda, vuestra brújula es el objetivo conjunto, pero este puede cambiar a lo largo del tiempo y es distinto en cada relación.

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