Aunque son mejores que los refrescos tradicionales, no están exentos de azúcares. Ten en cuenta esto y su bajo contenido en fibra a la hora de decidirte por ellos.
Las vitaminas A, C, E, D y K, así como las del grupo B, pueden obtenerse fácilmente a través de la dieta y son muy eficaces para prevenir y combatir la inflamación crónica.
La memoria es una capacidad cognitiva que puede verse disminuida con la edad, pero puede mejorarse con entrenamiento.
Esta infusión sin cafeína se puede tomar fría o caliente. Es rica en antioxidantes y magnesio y disminuye el colesterol.
Cambiar la forma de comer es el arma más eficaz para reducir la huella de carbono. Pero hay otros gestos, como usar vajillas compostables y apps para evitar el desperdicio.
El calor y los zapatos cerrados acentúan el olor desagradable de los pies. Pero no es el propio sudor lo que huele mal, sino las bacterias que se alimentan de él.
Dormir a una temperatura agradable, sin pijama y sin compañía evitará que empapes tus sábanas de sudor y veas interrumpido tu descanso. El ejercicio físico y la alimentación también ayudan.
Esperar a llegar a la playa o piscina para aplicarte el protector solar, olvidarte del cuello y las orejas y no utilizarlo los días nublados disparan riesgo de sufrir una quemadura solar.
Tomate, pepino, sandía y melón están en su mejor momento. Junto a proteínas magras y grasas buenas, son la mejor alternativa para la dieta de temporada más saludable.
Con solo 30 calorías, la sandía tiene gran contenido en agua que mantiene hidratado, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a recuperarse después de entrenar.
La gran cantidad de vapor de agua en el aire impide que sudes de forma eficiente, por lo que el cuerpo gasta mucha energía para enfriarse, se deshidrata y acaba exhausto.