Estirar puede ser casi tan importante como el entrenamiento de fuerza a la hora de ganar masa muscular, sobre todo a partir de los 50 años.
Al preguntarte «¿qué pasaría si?» vislumbrarás todas las posibilidades para superar la situación que tanto te preocupa y no sólo el resultado derrotista que anticipa tu ansiedad.
El psiconeuroinmunólogo participó en el evento de bienestar del grupo Vocento junto a las expertas Mercedes de la Rosa, Belén Colomina y Alba Cardalda.
Alcanzada la mediana edad, el organismo ve disminuida su capacidad para regular el ritmo circadiano y la síntesis de hormonas como la melatonina y el cortisol.
No oyes, no ves, solo flotas. Esta experiencia, que dispara las endorfinas y la dopamina, puede ayudarte tanto a la relajación como a la concentración y la creatividad.
Caminar a mayor velocidad, sobre superficies blandas y desniveladas y cargando un peso adicional conlleva beneficios aún más significativos para la salud.
Los alimentos «poco saludables» promueven la liberación por tu cerebro de dopamina que aumenta tu sensación de bienestar. Pero atiborrarse de comida no es, ni mucho menos, la clave para ser más feliz.
La publicación de nuevos informes en los que se evalúa la evidencia científica de las llamadas terapias alternativas ha sembrado la duda acerca de a qué se puede llamar pseudoterapia.
Priorizar las tareas realmente importantes y realizarlas en las horas en las que te sientes más concentrado evitará que el trabajo se acumule sobre tu mesa.
Usar tapones y antifaces puede ser útil para aislarte y conciliar mejor el sueño. No obstante, su uso continuado puede entrañar una serie de riesgos que debes conocer.
La elongación de las fibras musculares que se produce con los estiramientos estáticos puede llegar a fatigar los propios músculos, por lo que tu rendimiento será peor.